Esta terrible historia sucedió en uno de estos pequeños pueblos del interior en los que la mayoría de sus habitantes son viejos y tan sólo hay 5 ó 6 niños.
Precisamente, varios de estos niños estaban jugando una tarde al escondite, en los alrededores de la vieja iglesia y el cementerio.
La fatalidad hizo que tres de los niños se escondieran en un ataud que había preparada para enterrar a un anciano esa misma tarde. Los niños se quedaron allí mucho rato y al final se quedaron traspuestos. Se despertaron oyendo golpes sobre la tumba. PUM...PUM...PUM...
Uno de ellos al final intentó abrir la tumba, pero un gran peso había encima... eran cerca de 100 kilos de tierra.
Los niños fueron enterrados vivos, y esto se supo porque alguien encontró al viejo en una urna de cristal y pensó: Si el muerto está aquí, y la tumba pesaba algo..., ¿a quién hemos enterrado?
Se sacó la tumba rápidamente y allí estaban los tres niños, agarrados de la mano y asfixiados...